Venta de vinos online: Cata de Vino

De todos es sabido que a la hora de catar un vino no sólo utilizaremos el paladar para degustarlo, sino que además intervendrán otros sentidos como son el olfato y la vista.

Por todo ello, a la hora de llevar a cabo una degustación de vinos debemos elegir un lugar que esté bien iluminado, aireado, silencioso, carente de olores y a temperatura media. Además, las copas que utilizarán los catadores deberán de ser incoloras y transparente, para permitir la correcta apreciación del color y el brillo del vino probado. Estos recipientes podemos encontrarlos en sitios donde comprar vino online.

En las catas profesionales, los catadores prueban con mucha atención los distintos tipos de vino para apreciar sus cualidades, escriben sus impresiones y asignan una puntuación. No obstante existen degustaciones para no profesionales, catas turísticas o para clientes, e incluso entre amigos, en las que de lo que se trata es de pasar un buen rato y  disfrutar de buenos vinos. En estos casos, desde la propia tienda para comprar vino online pueden orientarnos sobre qué caldos son mejores para este fin.

Además de llevar a cabo las catas en un lugar idóneo para ello, hay que tener en cuenta también el recipiente donde se efectuarán. En este sentido señalar que existen copas de degustación, denominada copa Afnor, que son recomendadas internacionalmente, y están abaladas dentro de la Norma Iso 3591-1977. Las mismas pueden ser adquiridas en lugares de venta de vinos online. Las características de estas copas deben de ser las siguientes:

• Altura: 155 mm

• Diámetro de la parte más ancha: 65 mm

• Diámetro del borde: 46 mm

• Grosor del pie: 9 mm

• Diámetro de la base: 65 mm

No obstante, este tipo de copas está comenzando a ser sustituidas por otra llamada oenolgue, se trata de una copa de tipo balón, con una boca más ancha, lo que permite al catador introducir a la vez la boca y la nariz. A pesar de estar elaborada de un cristal más fino, pesa más, y si a esto le añadimos su pie más largo, la convierte en la copa perfecta para realizar los movimientos necesarios para olfatear el vino.

Para que nuestra cata de vino sea óptima deberemos tener en cuenta los siguientes factores a la hora de llevarla a cabo.

En primer lugar nos fijaremos en los factores externos, consistentes en el espacio físico donde va a efectuarse la cata, dentro de los cuales tendremos en cuenta la copa de vino o catavinos, la sala de cata y la temperatura de servicio de los vinos.

En cuanto a la sala de catas debemos tener presente que las paredes así como los muebles de ésta sean de color claro, blancos más concretamente,  y la iluminación del sitio ya sea natural o artificial, sea buena. Además debe tener una correcta ventilación, ser un lugar silencioso, y con la temperatura y humedad que hagan idónea la labor del catador.

Los vinos deben servirse a la temperatura idónea siendo esta la siguiente:

• Vinos blancos jóvenes y cavas entre 6º y 9º C

• Vinos blancos con barrica y los rosados entre 10º y 13º C

• Los tintos jóvenes entre 14º y 16º C

• Los tintos con crianza o reservas entre 16º y 18º C

• Los vinos dulces entre 7º y 10º C

La cata de vino va a consistir en tres fases fundamentales, basadas estas en los tres sentidos principales: vista, olfato y gusto. Podemos decir que el sentido del tacto también interviene en cuanto que la lengua posee ese sentido por lo que nos podrá dar información sobre la densidad, temperatura, gases carbónicos o turbidez de los cardos degustados.

1º Fase visual: Cogeremos la copa por la base con el objetivo principal de no calentar el recipiente donde se halla el vino, y la observaremos a contraluz o contra un fondo blanco, apreciando su color, brillo y limpieza. Si el vino es con burbuja, tendrá otro procedimiento.

2º Fase olfativa: En primer lugar acercaremos la copa sin agitarla hasta la nariz para inhalar los aromas “primarios”, provenientes de la variedad de uva. Posteriormente agitaremos la copa, moviéndola en torno a su eje vertical, subiendo el vino por las paredes de dicho recipiente. De este modo podernos observar “las lágrimas”, “piernas” o “patas” que deja el vino en la copa y lo cual va a denotar el grado de alcohol que contiene. Además, este movimiento circular nos propiciará los aromas “secundarios” del vino, olores procedentes de la fermentación. Si volvemos a agitar la copa, podremos percibir los aromas terciarios si los tuviera y los cuales procederían de la crianza del vino, ya fuera en botella, en barrica o en ambas. Si el vino presentara aromas terciarios hablaríamos de que el mismo tendría “bouquet”.

3º Fase gustativa: En esta fase probaremos finalmente el vino con un pequeño sorbo, moviéndolo de un lado a otro de la boca con la lengua para apreciar los cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo. Cuando se habla de vino “redondo”, nos referimos a aquel caldo en el que se logra un equilibrio entre los 4 sabores básicos. Dentro de esta fase se puede también hacer que entre aire en la boca de la copa mientras tenemos el sorbo en la boca expulsándolo por la nariz, de modo que podremos apreciar con mayor intensidad sus aromas por la vía retronasal.

Una vez hayamos degustado el vino en la boca, tenemos dos opciones, tragárnoslo o escupirlo. Por lo general, los catadores profesionales suelen escupirlos evitando así que pase el alcohol a la sangre. El hecho de escupirlo no supone ninguna pérdida de sensación.

Hablamos de un vino con persistencia alta si su sensación en la boca tras haberlo tragado o escupido dura más de 6 segundo, si por el contrario durase entre 3 y 6 segundos hablaríamos de un vino con persistencia media, mientras que si su gusto durase menos de 3 segundos, su persistencia es baja.

Un consejo para aquellos catadores que se inician es que a la hora de buscar el aroma de los vinos (a fresa, cerezas, flores, madera, ceniza…) los enmarquen dentro de una clase, esto es, en vez de buscar los aromas concretos, como por ejemplo a fresa, melocotón… busquen aromas a fruta, a flores, a madera… etc.