Con la llegada del verano llega también el buen tiempo, los días son más largos, la gente sale más… Todo idílico siempre y cuando no tengas otra cosa que hacer, nada más que disfrutar el verano. En el caso contrario, que tengas que trabajar, estés de obra en casa o tengas que quedarte con los niños, los días pueden llegar a ser inacabables, y el verano, lejos de un disfrute, una verdadera pesadilla. Hoy te damos algunas pautas para que con la llegada del verano, dejes atrás el estrés.
- En primer lugar no debemos confundir calor con estrés. El verano implica un aumento considerable de las temperaturas, lo cual puede provocar en nuestro organismo sensación de fatiga, agotamiento e incluso angustia, lo cual puede hacer que nos sintamos más agobiado de lo normal. Este calor tiene efectos negativos sobre nuestra aptitud, ya que nos hace ser más irascibles, con lo que consecuentemente aumenta nuestro nivel de sensibilidad.
- Los niños. El verano supone además más ocio para nuestros hijos. Los niños están de vacaciones, se vuelven mucho más demandantes de sus padres, y no entienden por qué motivo sus progenitores tienen que trabajar. Debemos hacerles entender la situación de manera relajada, evitando así cualquier tipo de estrés.
- De vital importancia es que seamos capaces de gestionar adecuadamente el tiempo, no dejándonos llevar por la tensión y la ansiedad del momento. Debemos amoldarnos a las nuevas necesidades y actividades de los pequeños, sin para ello cambiar drásticamente sus horarios.
- A las cosas que tenemos que hacer a diario, a nuestra jornada laboral cotidiana, se suman otras tantas, y el tiempo sin embargo continúa siendo el mismo, 24 horas, no más. Esto puede ser una gran fuente de estrés. Para evitarlo deberemos planificar muy bien nuestro tiempo, y si no podemos realizarlo todo, no tomárnoslo a pecho.
- El verano tiene otras desventajas, como puede ser la conciliación del sueño. Hay días que a causa del calor tan sofocante, dormir es toda una odisea. Es muy importante, en la medida en la que podamos, dormir bien, 8 horas, para evitar el nerviosismo y la ansiedad durante el día.
Estos son solo algunos de los consejos que os damos para que el verano se presente con total tranquilidad, y seáis capaces de dejar vuestro estrés a un lado.
¿Cuál es tu truco para relajarte en verano?